MUJER HERMOSA.
Mi amor, para mí es un verdadero gusto
Y grato placer de poder describirte, en plena soledad,
Hablando con el silencio, recordando tu bendito nombre
E imaginando con la sonrisa de tus labios ardiente.
Un silencio de destino y un pensamiento profundo,
Un gesto de deseo y un aliento de suspiro,
Como el alba que anuncia, el despertar de los astros.
Se, perfectamente muy bien, que la estancia del amor,
Dura a través de la felicidad y fidelidad de dos corazones
Que se aman, desde lo más profundo del horizonte.
Eres como la azucena, que exhala su aroma,
De fragancia seductora, en el jardín de mis sentimientos,
Eres la mujer que brilla, en el abismo de mis pensamientos.
Resplandeciente como las estrellas, en el sereno nocturno,
El deseo de amar, es una linda realidad fraterna,
Quisiera que duraras una eternidad tan floreciente
Porque en ti encuentro la paz, la armonía y las bellas flores
Que me inspiran.
Este bello poema es inspirado por el hombre que más te ama en este mundo,
De lo que tú ni siquiera te imaginas, porque ahora de la soledad está tan lejos
De nosotros amor mío. “TE AMO”.
Francisco Sánchez Ambrocio.