RELEVO.
Docentes, del país de la eterna primavera,
Educadores forjados
En el yunque del esfuerzo
Del dolor y del trabajo.
Decidme ¿Quiénes abren
El surco fecundo y largo,
El surco fecundo y lleno
Del sudor y del cansancio?
Facilitadotes del presente,
¿Quiénes dan vida a esas escuelas,
Quiénes amasan sus fachadas
Y quiénes entrelazan sus hierros?
Llenan sus aulas de ardor,
Llenan sus claustros de anhelo,
Llenan de paz y cariño
Las almas con sus ejemplos.
¿Quiénes levantan la esperanza?,
El faro donde se expande la luz
Que hoy alumbra, la luz
Que es el pan del grande.
¿Cuántos días de fe activa,
Cuántos altos, cuántos bajos
A la luz de un sol radiante
Seguido de un sol cansado?
Son vuestras vidas clavadas
Por el martillo inclemente
Golpe a golpe cada clavo,
Golpe a golpe hasta la muerte.
Es vuestra sangre en fermento
La fuerza de un ideal,
Vuestra palabra en los labios
Sedientos de la verdad.
El tiempo posará en la tumba
Sobre el dolor de los huesos,
El alma volará al cielo
Y en la tierra la escuela.
La palabra tú la tienes
Profesional del relevo,
Es grande la obligación
Como grande es tu ejemplo.
Son los instantes del presente
Herencia del gran imperio,
De la bondad, del cariño,
Del trabajo y del esfuerzo.
Al recorrer hoy tus pasos
Piensa, es verdad y es cierto
Que la vida solo es vida
Cuando llegamos al puerto.
Y que la escuela que escoges
Es el barco donde vas
Navegando, día y noche
Hasta cruzar el mar.
Este bello poema es inspirado por:
Francisco Sánchez Ambrocio.
Dedicado para todos los maestros que
Dan vida a las escuelas de Guatemala.